Muchas de las personas que sufren de candidiasis crónica desarrollan ataques de pánico y ansiedad. Este es uno de los motivos por los que la candidiasis suele pasar desapercibida entre la medicina convencional: el paciente con ataques de pánico es clasificado de paciente ansioso, y de esta forma se descarta cualquier desequilibrio físico , ya que todos sus síntomas, según el médico, son de origen emocional.
Los ataques de pánico son considerados un miedo irracional relacionado con traumas psicológicos o factores emocionales desconocidos. Todos los esfuerzos llevados a cabo para ayudar a las personas que los sufren se basan en terapias psicológicas y/o fármacos tranquilizantes para aliviar la ansiedad que indiscutiblemente los acompaña.
Al paciente se le repite una y otra vez que tiene que aprender a dominar sus pensamientos para no producir los síntomas. Sin embargo, los pensamientos se generan en el cerebro y este es un órgano físico que responde a mensajes químicos. Al igual que cualquier otro órgano del cuerpo, el cerebro puede ser alimentado correctamente, malnutrido o dañado, y reaccionará en consecuencia.
Ahogo, palpitaciones, sensación de desmayo, mareo o inestabilidad, sofocos, sudoración, sensación de hormigueo o entumecimiento en las extremidades, temblor, naúsea, miedo intenso, sensación de irrealidad, confusión mental, nerviosismo, incoordinación, etc. Estos son los síntomas clásicos de un ataque de pánico. Sin embargo, también son los mismos síntomas que pueden experimentar las personas que sufren (en la mayoría de los casos sin saberlo) de hipoglucemia reactiva.
La Candida se alimenta principalmente de glucosa. Esto significa que la glucosa que obtenemos de los alimentos que ingerimos pasa "a manos" de la candida en vez de ir a nuestras células. Es muy normal que la persona con candidiasis crónica tenga un deseo muy fuerte de ingerir sustancias dulces o sustancias que aumentan la glucosa en la sangre, por un lado las células no estan recibiendo esta sustancia tan vital para la salud, por otro las cándidas necesitan alimento.
No es de extrañar que una persona que sufre de candidiasis crónica muestre síntomas de un desequilibrio de la glucosa, que normalmente se manifiesta como hipoglucemias reactivas, las cuales se pueden confundir con ataques de pánico.
los síntomas de la hipoglucemia reactiva están divididos en dos grandes grupos: Los síntomas neuroglucopénicos , causados cuando el cerebro no recibe suficiente cantidad de glucosa, y los síntomas neurogénicos, que se manifiestan cuando las glándulas suprarrenales producen adrenalina y noradrenalina, con el fin de volver a subir los niveles de glucosa en sangre.
SINTOMAS NEUROGLUCOPENICOS: Debilidad, llanto, angustia, visión borrosa, confusión, fatiga, irritabilidad, pánico, nerviosismo, falta de concentración, incoordinación, depresión.
SINTOMAS NEUROGENICOS: Sudor, sofoco, taquicardia, mareos, naúsea, temblores, vértigo, sensación de pánico y miedo, ansiedad, dolor de cabeza, espasmos intestinales, ahogo, sensación de hormigueo.
Estos síntomas suelen ser episódicos y se relacionan con el tiempo transcurrido y el contenido de la comida previa. Normalmente mejoran al comer.
Las personas con candidiasis crónica normalmente han abusado durante años de azúcares, carbohidratos refinados, alcohol, café y té, cigarrillos, etc. ya sea por costumbre cultural, o porque el cuerpo en estado de desequilibrio se las está pidiendo, para incrementar los niveles de glucosa en la sangre.
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