La deficiencia de hormonas tiroideas siempre produce efectos mentales. Los síntomas psiquiátricos pueden ser el inicio de la enfermedad.
Al comienzo de la vida, provoca retraso del desarrollo mental (cretinismo), que puede ser irreversible si no se trata a tiempo. Cuando se inicia en la edad adulta, la sintomatología psiquiátrica está marcada por un enlentecimiento psicomotor difuso, con deterioro de las funciones cognoscitivas y alteraciones del humor tales como apatia, pérdida de interés y de iniciativa. El hipotiroidismo se considera la causa metabólica más frecuente de deterioro intelectual somático reversible.
La demencia cursa con un desarrollo insidioso, indistinguible de una demencia presenil primaria, que puede progresar durante años hasta que se realice el diagnóstico correcto. La alteración mental más grave asociada a hipotiroidismo es la psicosis, de curso agudo o subagudo y con predominio de actitud paranoide.
Los errores diagnósticos más frecuentes son el de demencia y depresión resistente. En menor proporción se confunden con trastornos de personalidad de características distímicas e hipocondriacas.
Los datos físicos de hipotiroidismo son : debilidad, piel seca, cabello áspero y quebradizo, lenguaje lento, voz ronca, edema palpebral, intolerancia al frío, estreñimiento, sueño excesivo, ganancia de peso, alteraciones menstruales, y retraso en el crecimiento en niños.
Trastornos mentales más frecuentes:
* Delirium. Es la alteración mental más frecuente.
* Demencia. Desarrollo insidioso indistinguible de una demencia presenil primaria.
* Trastorno amnésico.
* Trastorno psicótico.
* Trastorno del estado de ánimo. Apatía, cansancio, inhibición, ideas suicidas, labilidad emocional, lentitud psicomotora, disminución de la líbido. Es frecuente que el ánimo deprimido se acompañe de síntomas psicóticos , agitación psicomotriz.
* Trastorno de ansiedad.
Con la normalización de los niveles de hormonas tiroideas el delirium suele remitir de forma rápida y completa. El resto de los trastornos mentales pueden precisar de un tratamiento adicional.
En los casos de larga evolución pueden persistir defectos del intelecto y de la memoria, por lo que será necesario el uso de psicofármacos, pudiendo requerirse antidepresivos y antipsicóticos.
La existencia de hipotiroidismo en un trastorno bipolar (maniaco-depresivo) es un factor de riesgo importante para el desarrollo de ciclos rápidos. La adición de tiroxina forma parte del tratamiento. En los casos de manías resistentes sin antecedente de enfermedad mental previa , hay que descartar también Tiroiditis de Hashimoto. La buena respuesta al tratamiento con tiroxina justifica la realización de anticuerpos antimicrosomales y anticuerpos antitiroideos en este tipo de pacientes.
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